A la hora de querer bajar de peso, la mejor opción será crear HABITOS SALUDABLES, tanto en alimentación como en la actividad física. Para esto es muy importante tener PACIENCIA.
El pensamiento lógico de la mayoría de las personas es que si quiero bajar de peso debo comer menos…, pero no es tan así……
Generalmente el enfoque esta puesto en la balanza -PESO-y no en la COMPOSCION de ese peso. Cualquier abordaje nutricional con un menor aporte de calorías de las que se necesita para mantener el peso producirá un descenso del mismo, pero no cualquier enfoque nutricional mejorará a largo plazo nuestra composición corporal (– grasa +ó= musculo), traduciéndose este cambio a una protección para todas las enfermedades crónicas no transmisibles, mejorando nuestra CALIDAD DE VIDA, osea, mejorando nuestra SALUD.
La necesidad de energía de una persona varía según edad, peso, actividades diarias y la actividad física/deporte. En niños en crecimiento y en mujeres (gestación y lactancia) las necesidades aumentan.
La clave está en mejorar la ELECCION de los alimentos que consumimos hacia una mejor CALIDAD, haciendo que de una manera inconsciente incorporemos menos calorías en nuestra dieta, con mayor saciedad, regulando mejor nuestro apetito, permitiendo que esto sea SOSTENIBLE en el tiempo, mejorando la ADHERENCIA y así, “mágicamente” disminuir nuestra CANTIDAD de calorías ingeridas y el resultado sea haber perdido grasa de nuestro cuerpo.
Llevar una alimentación con mayor VARIEDAD, con cierta FLEXIBILIDAD asegura el EXITO a LARGO PLAZO.
Para resumirlo, deberíamos:
Disminuir el consumo de: dulces, azúcar de mesa, sal, jugos, gaseosas y bebidas alcohólicas, cereales refinados, aceite para cocción, cereales refinados, productos de repostería, pizza, empanadas, tartas, galletitas, fiambres y embutidos.
Aumentar el consumo de: vegetales, legumbres, granos enteros, fruta fresca, frutos secos, avena, panes integrales, leche o yogurt descremado, huevos, carnes magras (pollo, pescado, vacuna, cerdo) y agua (2 a 3 litros diarios).
Otra parte de este viaje hacia el cambio de nuestro ESTILO DE VIDA incluye al MOVIMIENTO. Este puede ser dentro de nuestras actividades diarias como ir al super, bailar, pasear al perro, subir escaleras, caminar hacia el trabajo o nuestro trabajo (si es activo) y/o una actividad física programada/deporte.
Una opción para descender nuestra GRASA CORPORAL seria aumentar nuestro GASTO por parte de estas actividades diarias y sumar una actividad física programada. Cualquier actividad que nos guste y nos genere MOTIVACION hacerla, será la mejor opción ya que será SOSTENIBLE en el tiempo.
Hay distintos abordajes desde el ejercicio para disminuir nuestra grasa corporal. Uno de ellas son los ejercicios de FUERZA combinado con ejercicios con mayor demanda de nuestro sistema energético AEROBICO (bicicleta, trotar, natación, remo, spinning, caminata, etc). Esto siempre deberá ser adaptado idealmente por un PROFESIONAL a la condición física de la persona, realizándolo en forma PROGRESIVA.
Para movernos necesitamos energía. Para bajar nuestra grasa corporal en forma sostenida y sin pasar hambre debemos crear un déficit de energía con el aporte ADECUADO de energía, macronutrientes, vitaminas y minerales.
Lo ideal sería concurrir con un profesional que nos asesore, organice nuestro plan acorde a nuestros objetivos (alimentarios y actividad física) y evalué nuestro progreso.