1 kg de peso no es lo mismo que un kg de grasa o un kg de músculo. 1 kg de grasa ocupa un 15% más de espacio que 1 kg de músculo.
Estoy cada día más seguro que el peso POR SI SOLO no determina SALUD, ni RENDIMIENTO ni ESTÉTICA. En los últimos años, fue el auge en los consultorios y gimnasios, las distintas formas de valorar composición corporal (Antropometría, Bioimpedancia (BIA) o Impedancia Multifrecuencia (MFBIA)). Quizás se empezó a darle un poco más de importancia. Veamos…
Muchos estudios compararon BIA/MFBIA con el Gold Estándar: DEXA (absorciometría de rayos X de energía dual). Algunos de los resultados fueron: subestiman masa grasa y masa muscular, son más confiable que el IMC, el rango de error que se vió es de 2 a 3 kg para el porcentaje de grasa, el estado de hidratación afecta drásticamente la validez y confiabilidad de los resultados. Estos, por cualquiera de las formas que se obtengan, son números – estimaciones - que si no son bien medidos, interpretados y tomados como un dato aislado, no nos servirá para abordar a una persona que requiere un cambio en estética, salud y/o rendimiento. Ningún número que arroje cualquier estudio de composición corporal es REAL. Todos son estimaciones y debemos tomarlo como tal.
Veamos ahora el Índice de Masa Corporal o IMC: peso [kg]/ estatura [m]2. Este índice también tiene sus limitaciones ya que subestima la cantidad de adiposidad de una persona (porcentaje de grasa corporal) y no mide cuanto tejido muscular hay ni su calidad/funcionalidad, algo que se sabe hace tiempo, que es prioridad tanto en salud, rendimiento y estética.
Si queremos mejorar nuestra composición corporal de nada sirve perder peso si arrastramos una pérdida significativa de masa muscular. Lo que uno debe perder (si fuera necesario), es grasa. Por otro lado no debemos ver como algo negativo que el número de la balanza no descienda o incluso suba un poco, ya que puede suceder por un aumento de masa muscular y/o glucógeno y agua, consecuencia de una mejor nutrición y ejercicio.
¿ENTONCES? Creo que tanto el peso como el IMC es una herramienta más, que orienta y que sola no sirven para diagnosticar en forma precisa, ni composición corporal y menos salud. No hay que demonizarlas, ni es mejor ni peor que estimar la composición corporal, son cosas distintas que se utilizan en contextos distintos. Quizás en un adulto, tomar el peso, su talla y circunferencia máxima de cintura sean datos básicos pero muy confiables, válidos y comparables en el tiempo para medir salud.
Cualquiera de los métodos de valoración de composición corporal tiene un error de precisión, algunos más, otros menos. Para cualquiera de los métodos lo más importante es tomar las medidas necesarias para la estandarización de las condiciones entre mediciones.
Lo que SIRVE, y es determinante, es abordar a las personas teniendo en cuenta no solo su peso y/o composición corporal, sino su estado tanto metabólico/patológico como su estado físico, con un plan de alimentación adecuado (Nutrición Personalizada) al igual que su entrenamiento (Ejercicio), poniendo el foco en los hábitos y mejora del estilo de vida. Tanto la nutrición como el ejercicio son un excelente medicina, inseparables, tanto para prevenir y/o tratar muchas enfermedades, mejorar nuestra salud, rendimiento y nuestra estética. Dos caras de una misma moneda.
No seamos extremistas, los EXTREMOS no son buenos.
Asesorarte con profesionales con la formación, incumbencias y habilitaciones necesarias en el campo de nutrición y actividad física, es el primer paso.